miércoles, 6 de julio de 2011

La importancia de la psiquiatría en tiempos modernos...

Muchas veces uno se pregunta qué es normal, que no lo es, como es el sujeto anormal, qué causa que sea así, entre otras interrogantes derivadas a partir de estos términos… Parte de las respuestas las entrega la psiquiatría, rama de la medicina dedicada al estudio de la enfermedad mental con el objetivo de prevenir, evaluar, diagnosticar, tratar y rehabilitar a las personas con trastornos mentales y desviaciones de lo óptimo.
Es importante destacar los avances que ha ido teniendo la psiquiatría como tal. Antiguamente era vista la enfermedad mental de manera sobrenatural, como parte de un castigo divino impuesto por dioses de las culturas reinantes de la época, ya en la edad media como una posesión demoniaca, donde se dejaba en manos el tratamiento a los entes religiosos, y ya en el renacimiento se divide ciencia de religión, empezando a tomar más énfasis el análisis profundo de casos, dejando de lado además la violencia en la tenencia de los “locos”, por el tratamiento a partir de hospitales, y por otro lado usando ya el término de enfermo en vez de loco o trastornados del espíritu, término acuñado por Pinel en 1793 que marcó un hito importante dentro de la psiquiatría, a quién también algunos consideran padre de esta ciencia.
En la actualidad, la psiquiatría busca la ayuda del sujeto a partir de un análisis basado principalmente en el sentir de la persona, en una búsqueda interior de la afección, desde el inconsciente al consciente hacer viajar ese “malestar” donde predomina la escucha atenta por parte del especialista hacia la persona, intentando a la vez comprender sus relatos, una situación o forma de tratamiento que requiere de mucha unión paciente-especialista, en cuanto a la creación de vínculos de confianza de manera que así el procedimiento sea efectivo y bajo condiciones agradables para ambos.
Cabe recalcar además el aporte de los avances científicos en cuanto a la creación de fármacos específicos para el tratamiento hacia estos pacientes, herramienta de gran ayuda que ha incluso solucionado el diario vivir de las personas de alguna manera, pero del cuál no se debe abusar a menos que sea en estricto rigor. Cobra igual importancia las nuevas formas de tratar las psicopatologías, terapias centradas ya no sólo en el paciente sino que además asiendo parte al círculo más cercano del sujeto, de manera de que se sientan parte de los logros que se vayan obteniendo y sin duda facilitando el desenvolvimiento, interacción y diario vivir de la gente.
En cuanto a nuestro aporte como terapeutas ocupacionales en el área de la psiquiatría, tenemos como objetivo primordial el lograr la independencia psíquica, social y laboral de la persona, mantener la independencia en las AVD en el caso de que no hayan sido perdidas, o rehabilitarlas en el caso de que haya habido deterioro. Se entrenará al usuario al esfuerzo laboral, así como se le reintegrará a su ámbito familiar.
            El terapeuta ocupacional contribuirá, junto con el resto del equipo terapéutico, a que no se prolongue la estancia del paciente más de lo necesario. Será indispensable que el enfermo colabore, de lo que se desprende la importancia de la relación que tiene que existir entre el enfermo y el terapeuta ocupacional. Siempre se trabajará con un potencial rehabilitador o capacidad residual del enfermo que el terapeuta ocupacional tiene que ser conocedor para exigir lo justo en el tratamiento. El tratamiento del enfermo mental siempre va a tener que ser orientado a la integración del individuo en un grupo, aunque en un primer momento sea necesario el tratamiento individual.
            Es importante que el enfermo tenga una integración de su esquema corporal y capacidades expresivas, de ahí que el terapeuta ocupacional deba trabajar estos aspectos en profundidad.
            Estos son a grandes rasgos los objetivos generales que el terapeuta ocupacional debe buscar cuando realice un tratamiento a un enfermo mental.
                                                                                                                                    Luz Aguilar Huaquer

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